La indumentaria de los jugadores de básquet ha variado mucho desde los inicios de este deporte hasta la época actual. No solo ha sido cuestión de moda, sino también de la evolución en los tejidos que permiten una mayor transpiración y comodidad para el jugador.
Los uniformes de la primera mitad del siglo XX recordaban bastante a la ropa interior. Comenzaron siendo una camiseta sin mangas con el nombre del equipo en el pecho y unos pantalones cortos sin dibujos ni adornos.
El material utilizado era el algodón y la ropa quedaba bastante ajustada al cuerpo. Las medias o calcetines también eran muy sobrios y las zapatillas, vistas desde el punto de vista actual, muy básicas y rudimentarias.
Cambios en los tejidos y en la estética
En los años cincuenta del pasado siglo se producen los primeros cambios. Las camisetas sin mangas pasan a ser de tirantes más finos y se incorpora el número a la parte delantera de las mismas.
El algodón es sustituido por fibra sintética, aunque las prendas continúan siendo bastante ceñidas y los calcetines y calzado a penas sufren variaciones. No será hasta finales de los años setenta que se comiencen a ver cambios muy importantes en las equipaciones de baloncesto.
Evidentemente el motivo principal es que este deporte se puso muy de moda durante esos años y las marcas deportivas en auge se dieron cuenta de que a través de los jugadores de baloncesto podrían llegar a millones de compradores potenciales que querrían comprar sus productos para parecerse a las estrellas que tanto admiraban.
El negocio de las prendas deportivas
Comienza entonces una carrera meteórica por parte de las marcas por evolucionar a las mejores telas, patrocinar a los jugadores más punteros y hacer destacar sus productos por encima de la competencia.
En los años noventa las ropas se ensanchan y los pantalones ganan en largo. Aunque se dan motivos como una mayor comodidad de movimientos, lo cierto es que la moda parece haber sido el principal motivo de este cambio.
Comienzan a introducirse complementos, muchas veces por el empuje de las casas deportivas. Las zapatillas de las mejores marcas se convierten en el objeto de deseo de millones de adolescentes y los fabricantes ven como las ventas de sus productos suben como la espuma tras haber sido utilizados por las figuras más importantes.
Actualmente las camisetas y pantalones de los jugadores cambian de diseño cada temporada, incluyen publicidad de los patrocinadores y muchos jugadores se han convertido en imagen de determinados productos luciendo zapatillas, muñequeras o cintas con los emblemas de la marca.